[...] una chica bonita, una chica del montón, nada del otro mundo diría yo. Pero el la amaba, la amaba tanto que ella se le antojaba preciosa, perfecta.. La miró sabiendo que era su ultimo día a su lado y a cada minuto que pasaba, mas linda le parecía. Tomó su mano y la beso y entonces sus ojos brillaron tanto como la luna se mecía encima de sus rostros, iluminando cada centímetro de aquel momento. Se abrazaron, se besaron, quizás el ultimo beso, el ultimo abrazo. Quizás el final, quizás el principio, todo comienza exactamente como acaba.. que ironía. [...]

Un día bastante apagado.. pero una sonrisa lo ilumina todo!

M!