miércoles, 4 de febrero de 2009

Yo solía ser partidaria de eso de sentarte y esperar, esperar sin hacer nada. Un día decidí que era hora de cambiar y empezar a hacer las cosas, pero no para recibir a cambio, solo por sentirme bien conmigo misma. Me di cuenta de que hacer una cosa u otra, si, me cambiaba por dentro, pero nadie ponía atención a mis esfuerzos y eso era mucho peor que esperar sentada... Nadie nunca dijo gracias, ni bien hecho, solo pasaban y miraban. Quizas observaban el cambio pero no demostraban que sabían que era lo que había cambiado, ni si les importaba o no. Entonces, yo digo, ¿cuan importante es sentirnos bien con nosotros mismos? ¿ cual es la verdadera importancia de nuestros actos?... Todo es egoismo, todos somos egoistas, aunque digamos que no, aunque digamos que hemos cambiado,será mentira, nunca cambiaremos...

Yo soy egoista..
Y Mª Teresa de Calcuta y Luther Kin tambien lo eran.

M!


[...] porque el ser humano suele confundir, entre el egoismo y el amor propio!